lunes, 22 de diciembre de 2008

Hoy soy flogger

Justicia por el pibito corbobés de 16 años que mataron -a los golpes- ocho cobardes patoteros. Lo hicieron sólo porque no les gustaba la ropa o el peinado que Guillermo usaba.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Todo un palo

-olé olé, olé olé olá, sólo te pido que se vuelvan a juntar.

-La veo difícil, contestó el Indio Solari a las 50 mil personas que anoche pedían la vuelta de Los Redondos en el Estadio Único de La Plata.



(Juguetes Perdidos. La Plata, 20 de diciembre)

sábado, 13 de diciembre de 2008

El Cádillac



1-Gabriel Fernández Capello, Vicentico, llega por la tarde a una prueba de sonido para el concierto que ofrecerá esa noche, en el estadio de San Martín de Tucumán. Compartirá el escenario con otras bandas. Está, por ejemplo, la del folclorista Luciano Pereyra y por ello sus músicos ajustan el audio sobre el escenario. Vicentico se acerca al bajista y le dice algo al oído. Le pide que, por favor, cuando terminen lo despierte. Camina unos pasos, apoya la espalda contra un pilar y se queda dormido en el suelo, sentado, con las manos sobre la barriga y la cabeza sobre el hombro izquierdo. Fue hace tres años, en Tucumán.

2-Termas de Rio Hondo, Santiago del Estero, 1997. Vicentico se aleja del micrófono y se queda parado en un pie. Abre sus manos y hace equilibrio para no caerse. Baja la izquierda y levanta la derecha, como si estuviera sobre una tabla que flota en el mar e intentara no mojarse. Viste un pantalón rojo y una remera negra de la banda inglesa The Clash, que le queda corta, pues se le ve el pupo mientras se mueve. El pelo largo le cubre la frente y le molesta la vista, pero no se lo quita de los ojos. Se mueve rígido. Le falta aceite. Después en el hotel, se negará a autografiar un billete de un dólar. "Ni que fuera gringo", dirá.

3-Móvil en vivo desde New York por el noticiero de Telefé, el día que recibió el Grammy, en 2001. La conductora le dice que en la casa de sus compañeros, en Buenos Aires, también hay un móvil y que los contactará para que charlen al aire.

Vicentico: -Escuchame una cosa, Minimal... ¿pegaron fasito?

4-Gerardo Roblat, percusionista de los Fabulosos Cádillacs, falleció en marzo pasado. Vicentico y toda la banda le dedicaron su concierto de anoche en River. Hasta hubo un homenaje donde mostraron sus fotos. Algo extraño pasó en México, en el primer concierto de la vuelta del grupo. En pleno show, Vicentico, sorprendido por el ritmo de un timbal que se le coló en Gitana, miró para atrás a los demás músicos y luego voltió sus ojos hacia el sonidista. Éste le levantó el pulgar y le dijo que sí con la cabeza. Siguieron, ambos, más tranquilos.

-Quedó bien el sampler-, le dijo Vicentico cuando había terminado el concierto. -¿Pero quién carajo te autorizó a que lo pusieras, pibe?.

-Yo no le puse nada-, le contestó. -Pensé que me mirabas porque algo saturaba.

-No, boludo... ¿no escuchaste? Salió una tumba que no estaba en el escenario.


Eso dicen que pasó en México. Y anoche también creo haberlas escuchado.(F)

lunes, 8 de diciembre de 2008

Adiós

El aeropuerto de Bogotá, El Dorado, tiene carteles de dos metros de alto y uno de ancho, con fotografías de policías que requisan a los pasajeros. Llevan impresa una leyenda que dice: "Atención mulas, no es tan fácil como parece". Encontré varios así, y por más que busqué no hallé ninguno que le dijera al pasajero: "Se está despidiendo de una de las tierras más hermosas del planeta". Qué pena. Adios.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Limosna

Cuando una lancha cargada de turistas se acerca a un puerto de Cartagena de Indias, los niños negritos que esperan por ahí, los pelaos, se tiran desde el muelle al mar y, al sacar la cabeza del agua, piden monedas cuando los pasajeros aún están sentados. Se amontonan en ambos lados de la barcaza.

viernes, 24 de octubre de 2008

Mauri, el golpeador

Mauri pisa la lata de Quilmes y con el empeine del pie derecho la adelanta un metro. "Guacho, vos jugás conmigo", le dice a Tito, lo señala con el índice y se saca la remera. La deja sobre el piso, el cemento duro de la estación de Constitución. Un foco alumbra amarillo sobre los chicos -son niños- que están por empezar el partido en cuero con arcos de remera. Poca gente pasa por acá después de las 23, cuando no hay trenes que lleguen y el acceso al subte ha cerrado. Mauri saca hacia adelante y recibe un hombrazo del adversario que le quita la pelota.



Ataca el otro equipo. Es rápido el petiso del pantalón de la selección argentina. Corre con ganas, pura leche, y lleva la bocha al extremo derecho. La cuida con celos, mira para atrás por arriba de sus hombros y cuando Mauri, caliente, le cruza la pierna, no hace más que tocarla y correr de nuevo. Va solo derechito hacia el arco. Gol. Festeja como Riquelme, en silencio y con las manos en las orejas.

Mauri, que es alto y flaco, putea a Tito, el pibito del pelo amarillo que no es rubio. Le dice que es un pancho, que es un gil, que debería haber bajado. "El panchos sos vos, salame. Que te la quitó ese enano de mierda", le contesta de espaldas su amigo mientras va a buscar la latita.

Saca del medio Tito para Mauri, esta vez para atrás. Mauri se atolondra. No la domina. La pelota le huye, no quiere sus pies, intenta escapar de la misma manera que un gringa se le negaba a un porteño la otra noche. El tipo la quería abrazar y ella se escabullía, igual que la pelota. La escena terminó cuando apareció el enano maldito. ¡Pumba! un chutazo fuerte, a donde salga, y salió bien. 2-0 pierde Mauri. Explota de la bronca. Traga los mocos por la nariz y escupe al piso. "¿Ves que sos un pancho?", le dice Tito. "Callate, pelotudo".

El enano juega solo, no tiene compañero. Son dos contra uno. Tal vez por eso se calienta tanto Mauri. ¡Si hasta lo razguña en respuesta a un caño! La lata pasa limpia de un saltito entre las piernas. Y el flaco que se le notaban las costillas acude a un cobarde manotazo con uñas largas. El enano sonrie, encara sonriendo, lo hace a Tito sin amagar, le gana en velocidad, y la toca con estilo, no patea, la deja en el arco. "¡Qué bárbaro este enano de mierda!", dice desde el piso Mauri.

El partido terminó 12-5, claro a favor del enano, que se llevó consigo la latita de la victoria. La empujaba de a poquito por el suelo, entre los micros y la oscuridad marginal. El fútbol había terminado. Quedaba la calle.

martes, 14 de octubre de 2008

La Virgen de los desmayos

Vi a una mujer que toca los hombros de las personas y así logra desmayarlas. Dice que la Virgen María la acarició en esas manos. Y que ella, al tocarte, transmite su bondad. Y por eso uno cae rendido.
Me puse en la fila a esperar mi turno. El changuito que estaba atrás cayó desplomado, duro. Tenía unos 15 años y usaba una remera oscura. A sus costados había por lo menos 10 personas en el suelo. Parecían dormidas o, cuando se las miraba desde lejos, muertas en guerra luego de un fusilamiento. Me dio impresión fotografiarlas. No lo hice.
La mujer puso su palma en mi hombro izquierdo y la miré a los ojos, como se mira a alguien cuando se espera una respuesta importante. No caí, ni tampoco lloré. Muchos lo hacían, desconsolados. Había 20 mil personas y el número se repite todos los sábados allá en el norte argentino, en la provincia de Salta.
Mi compañero de viaje dice que los desmayos ocurren por sugestión. Si es así, ojalá que la sugestión también tenga el poder de curar aquel niño que intentaba caminar solito y se caía de boca de su silla de ruedas. Su padre lo detenía, lo abrazaba y le acomodaba la vicera de la gorra mientras sonreía. Y también al señor que cargaba al hombro a su tío, un chaqueño que apenas se mueve y no reacciona. Algo le pasó. Ni los médicos saben qué. Fue de un día para el otro. Estaba tan sano como cualquiera de nosotros y ahora ni siquiera puede acumular saliva en su boca.
Mi viejo suele repetir que la vida es frágil, tan frágil que uno puede desmayarse por la ilusión de vivir. O bien, morir sin saber por qué.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Sangre en los ojos

La última crónica que escribí sobre la muerte es una historia atroz. La soné cuatro noches seguidas y en todas estas me desperté sin aliento. Viajé a Tucumán para preguntar cómo fue el crímen más impactante de las últimas décacas en la provincia, el de Pablo Amín. Este es mi reportaje.


Sangre en los ojos

Por Pedro Noli

Alguien grita en el quinto piso. En la recepción, en plata baja, creen oír algo, pero el hotel más lujoso de San Miguel de Tucumán está frente a un oscuro parque y por las noches, siempre, ruidos extraños interrumpen la calma. El guardia y el recepcionista se miran otra vez. Se percatan de que no han oído un alarido colado por una ventana abierta; es una voz gruesa y pesada que se acerca. Se acerca con ecos de pasillos: "¡Mandame el ascensor, el ascensor!". La señal lumínica indica que alguien lo llamó del quinto piso. Y vuelve el grito desesperado. El recepcionista da un paso largo, corre por la escalera y se detiene de repente, en el descanso entre el primer y el segundo piso. Ve algo. Se queda inmóvil, petrificado, con el espanto de quien ha visto aquello que no se puede contar porque recordarlo carcome el cerebro. Hay un hombre desnudo -de dos metros de alto y 120 kilos- sentado en la espalda de una mujer acostada en el suelo, también desnuda. Rubia y desnuda. La agarra del pelo y estampa su cabeza contra el suelo, que ya es un charco de sangre. Lo hace una y otra vez. La mujer no dice nada. Sólo sangra. El camino rojo viene del piso de arriba; la arrastró por las escaleras. El recepcionista está espantado. Acaba de ver el rostro de ella: no tiene los ojos. Hay dos agujeros negros donde deberían estar las esferas blancas con círculos azules. Por ahí, ahora, chorrea sangre. El hombre mira al recepcionista y le grita: "¡El ascensor que la maté, maté a mi mujer!" Y otra vez la golpea contra el piso. El empleado del hotel cierra los ojos y corre al teléfono.



Aquello pasó en la madrugada del domingo 28 de octubre, la noche del sábado. Horas después, mientras los tucumanos votaban para elegir presidente, el comentario de los ojos arrancados no faltó en ninguna de las mesas electorales. Los policías que trabajaron en el comicio repartieron la noticia antes de que salga en los diarios. Y se difundió con la rapidez que saltan los chismes en las ciudades en las que todos tienen, por lo menos, un conocido en común. Todos querían saber quién es el brutal asesino y por qué lo había hecho. Preguntaban, también, si había logrado escapar después su atroz crimen.

El día del asesinato, la pareja había llegado de La Banda, Santiago del Estero, a 200 kilómetros al sur de la capital tucumana. Ambos nacieron y se criaron ahí. Él, Pablo Antonio Amín, de 24 años. Exitoso vendedor y consumidor del polvo dietético Herbalife. Ganaba unos 7.000 pesos al mes. Robusto, gigante y morocho. Manejaba un Citroen C3, con calcos de la firma que lo había hecho adelgazar 40 kilos en cuatro meses, en 2005. Pesaba, entonces, 160 kilos. Desde que adelgazó, su vida giró en torno al producto adelgazante y tonificante. Ella, María Marta Arias. Le decían "Martita". Estudiante de tercer año de Ciencias Económicas, callada y discreta. Pablo no había gustado a sus hermanos, pero no les prestó atención. Se conocieron de chicos, cuando cursaban Inglés, y tres meses antes del crimen se habían casado.


****


Ese sábado empezó con Pablo y sus puños en alto, al mediodía en una vereda céntrica tucumana, invitando a pelear a un vendedor de Herbalife que ni siquiera tenía frente a sus ojos. Ese mediodía disertó en una conferencia en el hotel Tucumán Center, en el corazón de la ciudad. Habló sobre la preparación de un licuado de Herbalife y notaron que transpiraba mucho. Hacía calor. Y si el calor tucumano es insoportable por lo húmedo, más lo será para un hombre que mide dos metros, que es gordo y tiene tendencia a engordar, que usa un pantalón de vestir oscuro, que se mueve a los gritos de una punta a la otra y que quiere pelearse con un vendedor de la misma empresa. Aquel mediodía, Amín retó a las piñas a Luis Bader, de quien sospechaba que quería robarle clientes. La vereda oeste de 25 de Mayo al 500 fue el ring que sólo tuvo al gigante con las manos arriba, pidiendo por un ausente Bader, hasta que llegó su mujer María Marta y lo tranquilizó. Bader no estuvo con Amín en la calle, ni el salón.

Los vieron irse por esa vereda angosta, entre los vendedores de películas piratas y la gente que se bajaba a la calle para poder avanzar. Él iba adelante, apurado y ella atrás a pasos largos, tironéandole la camisa. Buscaron su auto. Luego dejaron el vehículo en una estación de servicio, y según Amín, en su declaración judicial, a partir de ese momento empezó a escuchar una voz interior que decía que alguien lo quería matar. Era femenina: "Pablo, corré que te van a matar". Huyeron, entonces, de esas amenazas virtuales durante más de dos horas, en taxis y colectivos, pero terminaron a tres cuadras donde habían empezado, en la Iglesia Catedral, frente a la plaza Independencia. Un recorrido incoherente.

La Catedral estaba bulliciosa por los llantos de los bebes que esperaban el bautismo, en la misa de las 17. Pablo y María Marta entraron apurados, quizás para callar esa voz asesina que los perseguía, quizás para simular locura y tener testigos fieles. Se pusieron primeros en la fila. No respetaron la cola.


-Padre, bautícenos-, pidió Amín. Y el párroco José Navarro le indicó que se corriera, que esperara al costado.

-Padre, necesito que nos bautice-, repitió y le hizo señas al fotógrafo que esperaba el turno de uno de sus clientes.


El Padre, sorprendido por aquella intromisión, le tocó el rostro y el fotógrafo Fabian Amante disparó en el momento justo. Luego los buscó para venderles la imagen, pero no los encontró. Esa foto la compró el diario El Siglo por $50, tres días después. "Se que valía mucho más, pero bueno, agarré la primera oferta", se lamenta Amante, ahora que sabe fue la última foto con vida de la víctima del crimen más escalofriante que tuvo la provincia.

Antes de salir de la catedral, Pablo Amín tomó un trago de agua bendita. "Tenía prisa y los ojos perdidos. Su mujer lloraba", recuerda el padre que ahora es párroco en el sur de la ciudad, donde las calles son de tierra y en el verano hay que abandonar las casas por las inundaciones. Por ahí vive la niña tucumana más famosa, Barbarita Flores, que fue el icono de la desnutrición nacional en 2001.

Pablo y María Marta se separaron cuando salieron de la Catedral. Ella se asustó por el extraño comportamiento de su marido y fue a buscar a sus amigos. Él quedó sólo y, en la Plaza Independencia, le pidió a un agente que lo arreste. Éste se sorprendió y llamó al móvil. Amín subió tranquilo y entró a la comisaría pidiendo agua. Le dieron un vaso y después se tiró al piso, a tomar del caño. LLegó su amigo Walter Cancino, otro santigueño que también trabaja en Herbalife y quien decidiría, después, que se alojarían en el hotel del crímen. Pero Pablo casi no le prestó atención. Le pidió que le acercara un tacho de Herbalife y empezó a ofrecerles el producto a los policías de la guardia, mientras esperaba la llegada del comisario. Los agentes recuerdan sus palabras: "Yo bajé con estos batidos 40 kilos. En casa lo tomamos todos, mi mamá, mi mujer". Fueron los primeros en bautizarlo "el loco Amín". Y hombre así seguía, mientras María Marta esperaba en la vereda sin entender qué le pasaba su marido.

-Jefe, déjeme acá. Enciérreme-, le pidió Pablo al comisario Ibáñez.

****

La noche ya había caído en Tucumán. Walter, el amigo de la pareja, se alojaba con su mujer en el hotel Catalinas Park, propiedad de Catalina Lonac, cónsul croata y mujer de Jorge Rochia Ferro, quizás los empresarios más poderosos de la provincia. Tienen ingenios, estaciones de servicios y en los últimos años se concentraron en la actividad hotelera. Compraron el Grand Hotel de Tucumán, lo refaccionaron y le cambiaron el nombre. En la calle es "el Catalina".

El Catalina está en la Avenida Soldatti 340, frente al Parque 9 de Julio, un espacio verde que por las noches se vuelve oscuro. En sus calles internas se ofrecen las prostitutas, escondidas bajo los inmensos lapachos y sauces llorones. La fachada del hotel está iluminada desde abajo, lo que lo hace alto, majestuoso y elegante. El bar, en planta baja, hay un piano que brilla y cuadros costosos de artistas desconocidos, -seguro- amigos de los dueños. Ahí conversaron la noche del sábado, Walter Cancino y su mujer, sobre lo extraño que había actuado Pablo.

Amín y su mujer se registraron en el hotel a las 00.17 del domingo, consta en la planilla de la recepción. En la comisaría no lo quisieron encerrar y lo mandaron a un hospital. Luego fueron al hotel. Saludaron en el bar, y los vieron subir en el ascensor tomados de la mano hasta que se cerró la puerta. La única persona que sabe exactamente qué pasó de ahí en más es Pablo Amín. Y según su declaración en la Justicia, llegaron los dos a la habitación 514. María Marta se quitó su pollera corta y su remera verde, dobló las prendas y las dejó sobre la silla. Pablo se sacó el pantalón oscuro y la camisa transpirada. Se acostaron desnudos, sin hablar, hasta que ella le dio la espalda en la cama.

Pablo:- ¿Por qué no fuiste a verme cuando estaba en la comisaría?
María Marta: - Walter me dijo que estabas enojado conmigo.
Pablo: -Mentira... ¿Por qué demoraron tanto en ir a buscarme al hospital?
María Marta: -Porque te queríamos internar, Pablo.

El hombre, entonces, se enfureció. Montó sus 120 kilos sobre el pecho de María Marta y comenzó a ahorcarla con las dos manos. "Lo hice con toda mi fuerza", declaró ante el juez. Los huéspedes de las habitaciones cercanas no escucharon gritos. O por lo menos eso dijeron. El televisor y el aire acondicionado de la 514 estaban encendidos, y Pablo Amín asfixiaba a su mujer sobre la cama. María Marta quedó muda, desmayada. Entonces, Amín, tomó un elemento cortante y con precisión de cirujano, cortó el perímetro del globo ocular derecho y, con cuidado de no dañarlo, lo tomó con los dedos y lo arrancó. Lo mismo hizo con el izquierdo y después los acomodó sobre la cama, uno a la par de otro. Quedaron así hasta que los encontró la policía. Luego, introdujo la punta filosa en la vagina de su mujer y giró la muñeca para un lado. Después para el otro. Una y otra vez. Cortó un pedazo de carne de dos centímetros que quedó tirado sobre la alfombra. Le hizo tajos en el ano y después en las mejillas, donde 15 minutos antes, cuando subían al ascensor, le había dado un beso.

Amín apareció desnudo en el pasillo del quinto piso, con su mujer en el suelo. Se acercó al ascensor y apretó el botón. Luego fue a la habitación 513 y golpeó violentamente la puerta. Dejó manchas de sangre. De ahí arrastró el cuerpo hasta la escalera y la tiró por el hueco. En el cuarto piso dejó una mancha grande, al caer y salpicar sangre. Ahí la volvió a tomar del pelo y la arrastró hasta el descanso entre el primer y el segundo piso, mientras pedía a gritos el ascensor.

Ahí llegó el recepcionista Sergio Nuñez. Y se espantó cuando lo vio. Cuando reaccionó bajó a llamar a la policía, que no demoró más de tres minutos. Y cuando subieron de nuevo seguía el cadáver de la mujer en el suelo, pero Pablo, ahora, la pateaba con bronca. "Tirate al piso", le exigió el policía. Amín lo miró desde sus dos metros, desnudo, ensangrentado, agitado. A sus pies estaba el cuerpo destrozado de María Marta. "¡Tirate al piso, mierda!", repitió el policía y sacó el arma. Y Amín se puso de espaldas, se arrodilló y luego se tiró al piso. Pabló, entonces gritó, desde el suelo: "¡Quiero agua tengo el anillo en la garganta! ¡Quiero agua! ¡Esto fue emoción violenta, estoy loco! El ascensor... ¡el ascensor no andaba!". Los estudios médicos determinaron que a Amín que tenía un elemento circular en el estómago.


****


Las fotos que tomó la policía criminalística en la escena del crimen son horrosas. En la número 8 hay un mujer desnuda tirada en el descanso del primer piso. Tiene la bombacha rota, fuera de lugar, subida, cerca de los pechos. Hay sangre en la vagina. La número 16 es un primer plano de la víctima. Una mano sostiene la cabeza y una macha de oscura nace donde deberían estar sus ojos. Desde la número 26 hasta la 56 las imágenes registran los puntos donde hubo sangre en la escalera. En el cuarto piso hay una marca más grande que las demás. Hay sangre en el botón del ascensor del quinto piso. Hay sangre en la puerta de la habitación 513. Y hay mucha sangre en el acceso a la habitación 514. La fotografía número 72 muestra a dos globos oculares, uno a la par de otro, sobre la sábana blanca. "Unos huéspedes que habían llegado a filmar un documental se acercaron de casualidad. Uno empezó a vomitar y dijeron que se iban del hotel", recuerda el policía Ibañez, quien estuvo esa noche mientras tomaban las fotografías.

El arma con que le arrancó los ojos nunca apareció. Los investigadores dicen que no la pudo haber tirado por el inodoro porque no encontraron sangre en el baño. Si la arrojó por la ventana, lo hizo desde la cama y la policía no la halló donde debería haber caído. El abogado de la víctima sospecha que la podría haber entregado a los huépedes de la habitación 513, que eran amigos de Amín. Ellos dijeron que no escucharon nada.

En los minutos que estuvo en el hospital, luego de estar en la comisaría, Pablo hizo un escándalo al caerse y derribar un modular con elementos quirúrgicos, según el abogado de la familia de la víctima. Y ese dato sería clave en la investigación del crimen. El hombre habría robado de ahí un bisturí. El médico le dijo que estaba bien, que necesitaba dormir. Así que Amín se quedó custodiado por la policía hasta que llegó su mujer, una hora después. Cuando se encontraron Pablo estaba tranquilo. Le dijo: "Ya te voy a explicar por qué me puse así". Lo escuchó Ibañez.


****


Cada vez que llega un Presidente a Tucumán, el Gobierno provincial se encarga de sacudirle el polvo a la ciudad. Pintan las calles, izan banderas y cambian los focos quemados. Pasó, otra vez, en la última cumbre del Mercosur, que empezó el 30 de junio pasado. Siete presidentes sudamericanos debatieron en la provincia pintada para la ocasión. Y se alojaron en el hotel Catalinas Park, donde ocho meses antes había ocurrido la noche sangrienta. A Hugo Chávez lo mandaron al quinto piso. Y una de las dos habitaciones que ocupó fue la 514, ahí, donde Pablo Amín le sacó cuidadosamente los ojos a su mujer, mientras aún vivía. "Chávez nunca se enteró dónde había estado. Nosotros nos quedamos calladitos. Bah, como siempre. En el hotel no se habla del crimen. Hay empleados que vieron esa noche a Amín y quedaron bloqueados. No les sale ni una palabra cuando se le pregunta. Y menos iban a comentarlo delante de los venezolanos", cuenta una empleada que pide el anonimato. Para la llegada presidencial cambiaron la alfombra de la habitación.

Han pasado diez meses del crimen del Catalinas Park, y acá, en bar del hotel, nadie quiere hablar en voz alta de aquella noche. El repecionista que vio a la mujer sin los ojos, se asusta cuando se le pregunta del caso. Dice que ahora no contestará, que lo hará otro día, que le tiene que preguntar al gerente. Y se va.

En la habitación 514 se aloja una pareja de porteños, que se hospedó con total naturalidad. Sigue el mismo televisor, el aire acondicionado y los empleados que hablan lejos del hotel dudan si es la misma cama.

El mozo trae un café y de fondo se escucha a un inglés que intenta hablar español fluido y no puede. Llega el abogado de Amín, Marcelo Flores. Su cliente ahora está encerrado junto a los 25 delincuentes más peligrosos de la provincia, en la unidad número 9 de Máxima Seguridad, en el Penal de Villa Urquiza. Luego del crimen, lo llevaron al hospital psiquiátrico Obarrio, donde leía la biblia y dormía encerrado cuando tenía ataques violentos. Estuvo ahí hasta hace seis meses cuando la justicia decidió que debían llevarlo a una cárcel común.

"Lo tienen como a Hannibal Lecter", dice Flores, que también pugna por la libertad de la mayoría de los homicidas y violadores que salen en los diarios. Su estrategia, ahora, es demostrar que Pablo Amín está loco. Pero la junta médica determinó que no lo está. "Nosotros exigimos un nuevo análisis. No se tomaron en cuenta los actos incohentes que hizo Pablo antes del crimen. Además la junta médica está integrada por mujeres y se impresionaron por la violencia del caso. Y otra cosa: cargan con la piedra de la condena social. Y es más fácil determinar que estaba bien, que es un asesino y no un loco. No es así. Pablo actuó fuera de sí. Es inimputable".

La otra parte del juicio: el abogado de la familia de María Marta se llama Mario Leiva. Argumenta que Pablo Amín jamás pudo haber actuado en "emoción violenta" por la manera en que sucedió el crímen. "Se hizo pasar por loco, pero contrariamente se acordaba todo lo que había hecho con lujo de detalle. Una persona que actúa fuera de sí, como un loco, no tiene la habilidad para marcarle los ojos como un cirujano experto y luego arrancarlos sin dañarlos", asegura Leiva.

Ambos penalistas tienen su estudio jurídico en el mismo edificio. Es más, son vecinos del tercer piso. El juicio aún no tiene fecha de inicio y Leiva parece llevar la delantera. "Ya lo caminó", dice el portero de la torre que alberga sólo a abogados y está detrás de los tribunales tucumanos.

Según Leiva, Amín tendría celos de Walter Cancino y ese día su bronca se habría potenciado. También dice que tenía planeado matarla ese día. Y que por eso montó un siniestro plan de asesinato: un simulacro de locura para quedar impune ante la justicia, y así poder acribillarla con odio.

Y hay un dato que potencia su teoría: En las casillas de correo de los periodistas tucumanos hay fotos de María Marta desnuda, posando sexi para la cámara sobre una cama. Llegaron a los medios luego del crímen, pero nunca fueron publicadas. No faltó el reportero que indicó que Amín se habría enterado que María Marta hizo circular esas imágenes entre sus amigos, y por eso quiso vengarse.

Otros están convencidos de que no es así, que la historia es otra. Afirman que el extraño comportamiento de Pablo en las horas previas y durante el crimen, fueron las reacciones naturales de un desquisiado mental que mata, tortura, destroza, pero luego no lo recuerda. Amín jamás dijo que él le sacó los ojos, dice que su cabeza omite ese acto. Sí, afirmó, en cambio, que la ahorcó.

Poco importa ya todo esto en el hotel. Su nombre quedó manchado sólo para los tucumanos. Y los dueños quieren que se mantenga así. Por eso, tal vez, desistieron de la idea de derribar la habitación 514, y darle más espacio a la 513. En el pasillo iba a faltar un número. Seguro más de un turista curioso habría preguntado por qué. Y alguien de la ciudad tendría pie para contarle dónde empezó terrible historia de Pablo Amín y de los ojos azules de María Marta Arias. La 514 ahí está, intacta, con el televisor encendido y la cama doble tendida.

****

(Producción para el Seminario Revista de la Maestría en Periodismo de Clarín)

miércoles, 24 de septiembre de 2008

El último viaje de un desconocido

(El recuerdo más reciente de las veces vi la muerte)

Plaza Constitución, Buenos Aires. Sábado 13 de Septiembre de 2008. Una noche fresca. Un hombre intenta subirse a un colectivo de la línea 168 y el chofer arranca cuando tenía un pie en el aire. El hombre, que es gordo y no llega a los 50 años, cae al piso. Y desde arriba del micro se siente cómo lo aplasta. Fueron las ruedas traseras y pareció que pasamos un lomo de burro.
Tan insignificante puede ser la vida de un desconocido que el policía imbécil que llegó al lugar dijo: "Este estaba borracho. Tiene olor a vino, aún".

miércoles, 17 de septiembre de 2008

El triste corazón de Marcos

-(Recuerdo de las veces que vi la muerte)

La mujer anciana llora en uno de los bancos de la sala de transplante del Centro Privado de Cardiología, un tarde de sábado del año pasado, en Tucumán. Pide un vaso de agua, y he decidido no preguntarle nada. He decidido volver a la redacción sin un entrecomillado de ella. He decidido sentarme a unos metros y mirar.
Llega la hija. Sólo así llora una hija que ha perdido el padre. Un alarido largo, un "¿Por qué?" que nace en el dolor y muere en el silencio.
Llega el hijo. Se aguanta las lágrimas hasta que termina de marcar el número de su hermano. "No aguantó el viejo", le dice. Empieza a agitarse y repite, murmura: "no aguantó".
Había llegado el médico. Siempre quise saber cómo comunicaba una noticia así. Sólo dijo "no" y bajó la cabeza.
El hombre que murió se llamaba Marcos y caminaba todos los días por Simoca. Tenía 64 años y el corazón dañado. La noche anterior un joven de 18 años y el mismo grupo sanguíneo había chocado y muerto en Salta. Su familia decidió donar el órgano. Don Marcos lo aceptó. Y esa tarde murió.

domingo, 14 de septiembre de 2008

La niña del delantal blanco

(Recuerdo de las veces que vi la muerte)

Todos los meses que había clases, entre los días 5 y 10, los estudiantes primarios de Yerba Buena salían de la escuela y se dirigían a la central de la empresa de colectivos para renovar su abono escolar.
Cada uno iba a la suya. Yo tomaba el 102 Zona Norte, que pasaba por la esquina de mi casa, en el barrio Viajantes, y me dejaba a dos cuadras del colegio San Javier. Entonces, tenía que renovarlo en una oficina de El Camino del Perú, una avenida de dos manos, acompañada por un canal de cemento, profundo y ancho, pero peligroso e inmudable los días de tormenta. Del otro lado empezaba, y aún empieza, San Miguel de Tucumán.
Aquella tarde no llovía. Sí, recuedo, hacía calor; el calor tucumano pesado que anuncia un violento aguacero por la noche. Era noviembre de 1994. Aunque del mes puedo dudar, del año estoy seguro: llevaba una mochila del mundial de fútbol que se había disputado meses atrás en Estados Unidos. Ahí dentro mi mamá me había dejado dos turrones por si había muchos chicos en la fila y me diera hambre mientras esperaba la llegada de mi turno. Tenía 12 años y una madre atenta.
La cola salía a la vereda. Desde ahí se podía ver a los estudiantes llegar solitos para cumplir con su primer trámite en la vida y demostrar en su casa y a los otros compañeros que podían hacerlo, que su mamá lo dejaba, se lo permitía.
Nunca supe quién era la niña del delantal blanco que cruzó sin mirar por aquella avenida. La vi de frente, en el momento justo, no como los otros chicos que voltearon la cabeza cuando escucharon la frenada. Ni siquiera hubo un grito. Sólo su cuerpito que se levantó en el aire, dio dos golpes en el capót y cayó frente al paragolpes. Tenía la mochila puesta aún. Creo que era rosa.
El conductor se bajó desesperado, con las manos en alto, luego las llevó a la cara y se quedó así, con la boca abierta mirando al piso, ahí, donde estaba la niña.

jueves, 28 de agosto de 2008

Minutos de sentencia

Jueves 28 de agosto. Faltan 35 minutos para que en Tucumán -y acá también en Buenos Aires- sean las 17, hora en que hablará el juez. Un colega dice que le darán perpetua y domiciliaria. Otro que no, que será en jaula -dice jaula- jaula común. El televisor de mi espalda sintoniza en TN con el volumen alto. La periodista anuncia un móvil en vivo desde el juicio histórico. Espero.
Cinco horas antes, a las 11.49, me había llegado un mensaje de mi viejo. Lo vuelvo a leer. Dice: Terminaron su "alegato" los asesinos Bussi y Menéndez. A las 5 conocerá el mundo su sentencia.
Ojeo los diarios en la web. Clarín titula: "Bussi volvió a llorar y a reinvindicar la dictadura". Pagina/12 no actualiza la noticia desde un minuto después que me llegó el mensaje. Se queda atrás con el tema que será su portada mañana. La Gaceta avanza en una bajada: "Si el Tribunal accede completamente, los acusados deberían ser trasladados esta misma noche a Villa Urquiza".
De la tele ahora se escuchan bombos. Se ve que hace calor en Tucumán. Hay gendarmes en mangas cortas y con itacas cruzadas por el pecho, mujeres con pañuelos blancos sobre su cabeza, banderas rojas, hombres, jóvenes, cámaras, fotógrafos apurados, vallas de hierro y otros que apoyan al represor. Se escucha un canto que viene del fondo: "Bussi, basura, sos muerte y dictadura". Se corta el móvil. Ponchan el estudio.
Espero, faltan minutos.

¿Lapegüe en CQC?

Me acaban de mostrar la contratapa de La Razón de ayer. Hay un rumorcito: el maestro Sergio Lapegüe podría ser el reemplazante de Pergolini el año que viene. ¿Qué tal, mi amigo? ¿Ya comió?

miércoles, 13 de agosto de 2008

Discriminar, eso no está nada bien

¡Ay Tucson! Otra vez vos. El viernes estuve en la provincia y cometí el gran error de querer salir a bailar a una disco. Me dijeron que había una nueva, copada, y como estaba con dos amigos colombianos los invité a que vayamos.
Cuando llegamos a la puerta pasé de la mano de mi novia y atrás quedaron los colombianos con otro amigo, uno morocho, a quien el patovica de la puerta, le dijo que no lo conocía y que por eso no podía pasar.
-A vos sí- me dijo a mí, y le contesté que era la primera vez que iba. Y claro nos fuimos de toque, de espaldas a ese caretaje de música electrónica.
Me enteré después que al patovica ese lo llaman Richard, y que hay muchos tucumanos que lo saludan en voz alta cuando entran a la disco, para que todos sepan que lo conocen. Y también me enteré que el boliche ese, Syrus, pertenece a un pibe llamado Sebastían Alperovich. Y que es sobrino del gobernador José.

Deje su repudio a este acto acá.

Periodistas tucumanos miren la bombita que les estoy tirando. A ver quién es el primero que se anima a publicar algo. Si lo hacen, por favor avisen, así cuelgo la nota al blog.

martes, 5 de agosto de 2008

Incisión, por favor

El día que sea Juez seré un poquito más incisivo que los del Tribunal Oral Federal que están juzgando a Bussi. El médico del dictador, Mario Andrés Gálvez, les dijo que a su paciente le dolía el pecho y que había que llevarlo de urgencia a un centro médico. Por eso se postergó la lectura de las acusaciones al genocida. Y por ende el juicio no puede avanzar.
La justicia no pidió detalles de los exámenes, ni preguntó cuánto tiempo lleva cada uno. Todo lo hizo por arriba. Gálvez dijo no se qué de un electrocardiograma, de 24 horas, de un dolor del pecho. Y así pudo zafar. Los jueces, entonces, decidieron postergar el juicio para mañana a las 10 (Espero que sea en punto).
Todo esto a sólo un día del examen del médico forense de la Corte Suprema de la Nación. Ese médico dijo ayer: "Estas afecciones son crónicas y estuvo estable durante el presente año sin necesidad de internación ni de cambio de medicación. Se encuentra compensado y está en condiciones clínicas de participar de la audiencia de debate oral y pública".

Nota (horas depués): Los diarios de hoy informan ( acá, acá y acá) que el juicio fue postergado hasta el viernes. No será, entonces, mañana y menos a las 10 en punto.

miércoles, 30 de julio de 2008

¡Está hablando del faaaso!

Ejercicio matinal: la misma noticia y sus distintos enfoques de los diarios. El de hoy está buenísimo.

Clarín: Cristina respaldó la despenalización del consumo personal de drogas
(-del palo: dos palabras mágicas, "consumo personal")

La Nación: La presidenta instó a no criminalizar al drogadicto
(-ortiva: ¿drogadicto el que tiene un porro?)

Crítica: Cocaína: 440.000 personas
Marihuana un millón y medio

(-saca ficha: ¡Escracharon a todos!)

Página/12: Radiografía del consumo psicoactivo
(-reloco: ¿psicoactivo? ¡qué flash!)

viernes, 25 de julio de 2008

Hasta que se pudra

"Siga el baile, siga el baile, al compás del tamboril, que tenemos la cabeza de Luciano Benjamín"


Que la Justicia condene a Bussi también. Que no se haga el enfermo. Y si lo está que lo lleven a la fuerza. Hacé acá tu aporte y pedido a la Justicia para que lo juzgen hoy mismo. Que la señora de los ojos vendados apure los trámites, que hay una dolorosa deuda por pagar y los años de una vida siempre serán pocos para saldarla.

miércoles, 9 de julio de 2008

Chocolate por la noticia


Jorge, un hombre directamente relacionado con Sunstar entró a este blog y publicó un comentario en este post defendiendo la empresa. Me parece bárbaro. Pero mejor me parece que aprovechemos sus visitas y que cada uno le pida una entradita. ¿Se copan para una pedida colectiva? Si querés ir gratis al cine dejá tu pedido acá. Y de paso lee el comentario de Jorge ¡Sos groso Jorge, sabelo!

No te puedo creer. Horas de discusiones con porteños para explicarles que Tucumán no es un pueblo, y la primera vez que vuelvo me encuentro con la ciudad empapelada con un solo mensaje: "Llegó el cine a Tucumán".
¡Ya había cine! Y mucho más barato que ese nuevo, el Sunstar. Claro que entiendo la ironía publicitaria. Pero lo único que tiene de novedoso y bueno "el cine" son las butacas. Las mismas películas, los mismos horarios, casi todo lo mismo. Salvo los precios: la entrada a 12 mangos, la coca a 5 pesos y el pochoclo grande a 8 pesos. No hay descuentos ni lugar en la butaca para apoyar la cajita. Una locura. Total 25 pesos.
Ese combo en el Libertad, con sus modestas butacas y mi libreta de estudiante de psicología del año 2000, cuesta 14 pesos (la entrada cinco pesitos). Y lo pago cuando me hago el cheto. Un joint antes del filme economiza los gastos, al suprimir el pochocho y la gaseosa. Claro que después uno sale hambriento. Y nada como bajonear chocolate en invierno después de una peli.

domingo, 6 de julio de 2008

Eso, eso, eso, eso

Profesor Jirafales: - ¿No sabes lo que es una metáfora, Chavo?
Chavo del Ocho:-¿La esposa del semáforo?

Voy a ver el Chavo hasta que me muera. Y jamás voy a aprobar esa versión animada que anda dando vueltas por los canales de cable. Una mierda.

viernes, 27 de junio de 2008

Otro plato, por favor

Arremangarse la camisa o el buzo antes de ponerse a escribir denota un hambre de palabras, ¿no?

jueves, 26 de junio de 2008

Os invito

Mi amigo Bruno Cirnigliaro abrió su blog y vale la pena darse una vuelta por El Reino del Revés! y conocer por qué el aeropuerto tucumano está en decadencia. Lo mismo hizo el Negro Sosa, JP, para los muchachos, y creó Pingura, el blog que aprueba el uso de las dos palabras esenciales del vocabulario tucumano. Para JP, Hebe se fue al pingo. Y también la colega Luciana Orsi, La Maga, se suma a la lista. En su último post recalca esa vieja tradición que trae suerte y no es el programa de Mirtha. Pasen y vean.

martes, 24 de junio de 2008

Ciudad tranquila, las pelotas

-Flaco: un trago por un pucho- ofreció el hombrecito que bebía una Quilmes del pico, frente al Parque Lezama.

-No tengo cigarro, amigo.

-No te hagás problema, loco, si querés comprá que cuando vuelvas la oferta va a seguir en pie, papá.

Y siguió en pie. Cuando volví a pasar quedaban algunos tragos. Había salido, justamente, para comprar cigarrillos, un Next 20. Le cambié uno por dos tragos frescos. Empezó a hablar sin que le pregunte, como habla todo porteño dice conocer el lugar de donde uno viene.
"Estuve en Tucumán, ¿eh?. Conozco, conozco...", afirmó convencido de que le creía -¿por qué no creerle?- y enumeró: San Miguel y Lules.
Resulta que Juan Alberto Reyes se había casado con una tucumana, la luleña Nina. Tuvo dos hijos, viajó en La Veloz del Norte para saber quiénes eran sus suegros y se separó de la mujer hace 10 años. Fue taxista, vendedor ambulante, sodero y hasta vendedor de ilusiones o quinelero, en tucumano básico. Un multifacético, un busca.
Y ahí nomás, antes de volver a pasarme el envase oscuro, tiró esa muletilla inocente y cansadora que soportamos quienes llegamos de las demás provincias argentinas: "Qué ciudad tranquila San Miguel, ¿eh?". Y no se la dejé pasar. No señor.

-No amigo, no es tranquila. Es como toda ciudad del tercer mundo. Hay calles en las que no se puede caminar de noche, como pasa acá. Hay villas que son nidos de delincuentes que se ocultan entre los pobres honestos, como las de acá. Hay chicos hecho mierda por la droga tirados en las veredas, como los he visto acá. La policía se abusa y peor que acá. Hay menos laburo que acá. Y los precios suben todos los días, igual que trepan acá. ¿Cómo puede ser tranquilo un lugar así?

- Bueno, flaco, no te pongas mal. Era sólo un comentario, che.

- Pasa, mi viejo, que siempre me dicen eso. Todo el mundo habla de lo peligrosa que es la Capital Federal. Y en los dos meses que llevo en Buenos Aires no he notado ninguna diferencia. Es igual que Tucumán. Es tan segura o tan insegura como Tucumán. Uno tiene que saber por donde puede andar...

-No te creás, los pibitos acá están re zafados ultimamente.

-¿Y vos te creés que allá no? Estuvieron olvidados años. También van con fierros a la escuela, amenazan a la maestra, les pegan. Y como siempre pasa lo mismo: los terminan corriendo y los dejan en la calle. Y así quedan inhalando ran a dos cuadras de la plaza hasta que los ve un policía y los encierra. Pasan de la escuela a la comisaría.

-¿Para tanto, loco?

- Y no se sí para tanto. Pero esas cosas pasan, se las ve en la calle y salen en los diarios.

Uhh! los diarios, otra historia...

-Ojo que soy periodista, ¿eh?

- Qué kilombo ese de Clarín con el Gobierno, loco. ¿Eso también pasa allá?

- Y vos ve.

domingo, 22 de junio de 2008

Teléfono para Pedro

El barman fumaba un porro gordo, ancho como una moneda de 25 centavos. Servía cervezas a mansalva, con espuma y en vasos plásticos. Y de ahí, de la barra, apareció apurado el amigo Fariña, El Mejicanito, con su celular en alto y con tapita abierta.

- ¡Es Pato! tomá, chango.

- ¿Primo? ¿Primoou? ¡No te escucho, primooou!

Pato, mi querido Patricio Herrero, vive en Tucumán, y acababa de conseguir la plata para venir unos días de la semana que viene. Y quería contármelo, machadito como estábamos, pero la comunicación se cortó antes de que lo hiciera.

Las llamadas larga distancia gustan más si son sorpresivas. Claro, si traen buenas noticias. Si hubiera tenido crédito se la devolvía. Hubiera puesto el teléfono a la par del parlante para que escuchase el rock que suena en las fiestas porteñas. Que dicen más o menos así:

...Por mi fama de ratón, la mano viene muy mal si no te sobran las pelotas me mandás al hospital... (Bersuit, Sin Cerebro)

...Están velando una oración, calavera vivirá, cuerpo en vida reencarnación, con Mandinga el vicio de pactar... (Los Cadillacs, El Muerto)

...Tiempo, tiempo sin una palabra, viaje, soledad y depresión y al fin... (Los Visitantes, Playas Oscuras)

Y varios temas más que nunca, o casi nunca, se escuchan en las fiestas tucumanas. Y que Pato, el Negro Walter, Carlao y demás brothers hubieran saboreado. Qué pena no haber tenido crédito.

viernes, 20 de junio de 2008

Magrear

Hoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano,
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha.

Juntos los encuentra el sol,
a la sombra de un farol,
empapados en alcohol
magreando una muchacha.

Estrofas de "Fiesta", de J.M. Serrat

Qué palabrita esta. No la tenía.
Magrear es "sobar, manosear lascivamente a alguien". Entonces, en un rincón oscuro, un joven magrea con su chica. Él magrea: le pasa la mano por debajo de la falda; le besa el cuello, se lo muerde; le respira sobre los labios, se los humedece. Ella magrea: lo toma de la cintura y lo acerca a su entrepierna, apoya los hombros en el pecho y esconde su rostro bajo la quijada del varón. Lo toca con todo su cuerpo. Se mueven, magrean.


sábado, 14 de junio de 2008

Rezo por vos

Morí sin morir
y me abracé al dolor,
y lo dejé todo por esta soledad.
Ya se hizo de noche
y ahora estoy aquí,
mi cuerpo se cae
sólo veo la cruz al amanecer.

(Fuerza Charly.)

viernes, 13 de junio de 2008

Dolor


La bajada del título de tapa se complementa con la siguiente información: "Esa cantidad equivale a dos vasos de agua por día para todos los chicos menores de 14 años". Duele que todos los niños argentinos no puedan tomar, diariamente, dos vasos de leche. Hay mamás sufren al verla derramada, aunque no la hubieran podido comprar. Triste ironía.

sábado, 7 de junio de 2008

C5N miente

El canal de noticias C5N tituló esta tarde, hace unos minutos, que se fue un gran periodista. ¡Y se refería a la muerte de Neustard! ¡jua!

miércoles, 4 de junio de 2008

Prefiero

Prefiero los caminos a las fronteras y una mariposa al Rockefeller Center, y el farero de Capdepera al vigía de Occidente.
Prefiero querer a poder, palpar a pisar, ganar a perder, besar a reñir, bailar a desfilar y disfrutar a medir.
Prefiero volar a correr, hacer a pensar, amar a querer, tomar a pedir.
Prefiero el tiempo al oro, la vida al sueño, el perro al collar,las nueces al ruido y al sabio por conocer que a los locos conocidos.

J.M. Serrat, en "Cada loco con su tema"



viernes, 30 de mayo de 2008

Había una vez...


Nada más dulce ni más claro para explicar el correcto uso de los tiempos verbales: "Es como un cuento infantil", dijo la gran lingüista María Marta García Negroni, una de las profesoras de la maestría que curso. A continuación, su lección.

1-El pretérito imperfecto, acción extendida en el tiempo y no concluida. Ejemplo: Había una vez una princesa que paseaba todos los días por un su florido jardín. Miraba el cielo desconsolada; esperaba algún amor.
Con este tiempo el relato no avanza. Para hacerlo necesita del pretérito perfecto.

2-El pretérito perfecto, entonces, le da movimiento a aquella acción. Ejemplo: Un día apareció un príncipe y le ofreció viajar 40 días y 40 noches. La princesa aceptó con alegría. Y esa tarde soleada empezó su nueva vida.

Fuking call center

Dicho por un amigo colombiano que lleva una semana en Atención al Cliente en un call center porteño, y ya odia el trabajo: "Suficientes problemas tengo yo como para andar solucionando los de gente que ni conozco. Hijoeputas, maricas malparidos".

martes, 27 de mayo de 2008

CirujA


(Extraído del MSN, anoche, después de que San Martín de Tucumán empatara 2 a 2 con Chacarita y que ascendiera a la Primera A del fútbol argentino)

E O Y dice:
subi akgo de santo puto

-Pedro dice:
algo de San Martín?
E O Y dice:
tucuman es de primera d nuevo
E O Y dice:
no sabes
E O Y dice:
lo q era la plaza una locutra

-Pedro dice:
Una locura, seguro
E O Y dice:
staba roja y blanca chavon
E O Y dice:
un fiestase lleno deq toque mas que en el mundial
-Pedro dice:
Y claaa...
-Pedro dice:
mucho?
E O Y dice:
No entraba nadie mas una locura vieja
-Pedro dice:
qué cantito primó?
E O Y dice:
varios
-Pedro dice:
el mejor...
E O Y dice:
alperovich
E O Y dice:
boton
E O Y dice:
vos sos hincha del puto
E O Y dice:
la puta madre
E O Y dice:
q te pario
E O Y dice:
jajaja
E O Y dice:
en la escalera
E O Y dice:
de la plaza
-Pedro dice:
Y ya era hora que suba alguno
E O Y dice:
el santo nomas sube vieja. los putos se quedan atras y vo sos del puto cagate
E O Y dice:
yo soy deel santo soy siruja
E O Y dice:
tb cantbamo .... ay como me gusta se quedan en la b
E O Y dice:
putas
E O Y dice:
si queres ver el futbol de primera
E O Y dice:
venite los domingo
E O Y dice:
a ciudadela ciudadela
-Pedro dice:
que disfrute la locura santa, amigo. Me voy al sobre.
E O Y dice:
ja
E O Y dice:
d una
-Pedro dice:
chau


¿Quién maneja San Martín? Aquí.

Gracias Seba Nadal

viernes, 23 de mayo de 2008

Acá, Rep

Conocí al dibujante Miguel Repiso, Rep, 10 minutos antes que se enterara que había muerto Roberto Fontanarrosa. Lo entrevistaba en la librería El Griego, en Tucumán, cuando me llamaron de la Redacción para darme la triste noticia. Se lo dije.
Rep llevó las manos a los pómulos y se dejó caer sobre el respaldo de la silla. Se quedó ahí, inclinado, con ojos abiertos casi sin pestañar, ojos que se desmoronaron, que se achicaron, que lagrimearon luego. Ahí estaban: primero su sorpresa y después su dolor. Y yo frente a ambos, con la lapicera en la mano, en el nuevo foco del reportaje.

-¿Seguimos más tarde?, ofrecí, arriesgado a un regaño de mi editor, pero -de verdad- sentía que sobraba en ese momento.

-No, no. Está bien. Dame cinco minutos que quiero llamar a Página. Tal vez necesitan algo.

Volvió antes que el café se enfriara. Interrumpió el silencio frío de la librería:
-Se me murió un amigo, un maestro, dijo y luego, mientras hablaba de El Negro, empezó a pintar sobre una sevilleta de papel el dibujo que ilustra este post y que salió en Página/12 el día siguiente, el 20 de junio de 2007.

¿No será mucho?

La edición argentina de la revista Rolling Stone presenta este mes al blusero Jack White, líder de los White Stripes, como el heredero de los Stones. ¿Lo es? ¿Los Stones alguna vez podrán tener un heredero? ¿Cuál es la necesidad catalogar así -y ahora- al treintañero de White? ¿Ya no alcanza con Jagger y Richards sólos en la portada? ¿Necesitamos unos nuevos Stones? ¿La revista los necesita? Para este mes, por lo menos, sí.

jueves, 22 de mayo de 2008

Malditos penales

La tanda de penales...¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo se va a definir un partido entero con los azarosos penales? Ese invento de jugar la final de Champions sin ida y vuelta es el mismo Anti Fútbol.
Sir Tevez merece la copa que ganó ayer. Y el amargo de Ronaldito y el Manchester, también.
Lampard merece la copa que perdió ayer. Y el triste Terri y el Chelsea, también ¿Cómo habrá que definir entonces quién se la lleva? Con un partido de fútbol, hermano.

El penal de la derrota. Terry se cayó al patear el último penal de la tanda. La pelota se fue afuera del arco. Si lo metía la copa era del Chelsea. Pero no: el resbalón le valió el título.

Lampard: "Ellos ganaron, pero nosotros fuimos mejor equipo"
Ronaldo: "Pensé que sería el peor día de mi vida y fue el más feliz"

martes, 20 de mayo de 2008

¿Muere Crítica?

En sólo quince días he escuchado a tres personas de distinto ámbito, aunque las tres dentro del periodístico, decir lo mismo: Crítica de la Argentina, el diario que Lanata lanzó en marzo, cerrará en los próximos meses. Las tres son fuentes calificadas. Y dijeron que lamentarán el cierre del medio. Parecían sinceras y meramente analíticas, sin malas intenciones. Sus argumentos:

- Que Crítica vende entre diez y doce mil ejemplares por día, cuando esperaba superar los cincuenta mil.

- Que los altos sueldos de los periodistas de ese diario están desmoronando la balanza financiera del diario debido a que cada vez tiene menos publicidad.

- Y que Lanata no supo detectar un nicho fiel de lectores. Y que los terminó perdiendo con la posición que tomó en el conflicto del campo.

Ojalá se equivoquen.

sábado, 17 de mayo de 2008

Acá, Fontanarrosa


Fontarrosa fue un hombre que, sin dudas, sabía lo que pasaba en la calle. La tenía muy clara. Clarísima. Y sabía contarlo. Vaya que sabía contarlo.

jueves, 15 de mayo de 2008

Esos afiches


Esta fue la empapelada de la semana en la Ciudad de Buenos Aires. Dos nuevos lemas en la pelea explícita entre el Gobierno y Clarín: Clarín Quiere Inflación y Clarín Aprieta. Y pasaron el Clarín Contamina y el Clarín Miente. También el Todo Negativo y el Todo Negocio, claro referiéndose al canal TN, Todo Noticias, que pertenece al grupo Clarín.

sábado, 10 de mayo de 2008

Historietas 2 x 1: Acá, Erlich


Esto es obra de Erlich, Bernardo de nombre, tucumano, y autor de las tiras cómicas que se publican en la web de El País.

viernes, 9 de mayo de 2008

Una mierda de espera

Fútbol: te escribo desde mi dolor, y aún así te escribo. Será porque todavía no te entiendo. Te conozco desde la cuna, y -juro- no te entiendo. ¿En qué cabeza entra lo pasó anoche? Dos a cero, dos hombres más, sólo 20 minutos por jugar y bastó una -otra- desconcentración de la defensa y quedamos fuera de la copa. Eso la lógica no lo permite. La puta que no lo permite. Y lo que pasó después del partido, apenas finalizó, tampoco debería permitirlo.
Pasé de la euforia al triste llanto. Había llamado a mi tío que vive en Jujuy para que escuchase el grito de gol desde la cancha. Abreu no iba a fallar el penal. Y no lo falló. Había recibido un mensaje de mi viejo, bostero amigable que lo veía por tele, que contaba que otro gol había sido mal anulado. Y error arbitral me pasó por las pelotas: ganábamos dos a cero, el Monumental era una fiesta; humo rojo, ilusión de una semifinal con Boca, aplausos para Ortega que miraba desde el banco, puteadas para el traidor Dalessandro, abrazos, gargantas cansadas, y pun. Pum - pum. Dos pepas y a la casa. Todo se fue a la mierda.
El 0-2 enmudeció a la platea y a la popular local. Nunca escribí frase tan literal. No había otra cosa que silencio. Ni siquiera puteaban. Nada. Silencio. Y desde la otra punta llegaba, cual ave negra de Poe, el canto que perforaba el alma. Que perforaba el corazón.
Minutos antes que termine el partido, el alto parlante había anunciado que los locales tendrían que esperar a que se retirasen los visitantes para abandonar el estadio. Y no se fueron más. Cantaron 40 minutos en nuestra cancha. En nuestra casa festejaron lo que iba a ser nuestro de no ser por vos, fútbol, que no permitís la lógica. Esperar es feo. Pero en esas condiciones, amargado, triste, dolido, luego de haber estado ebrio de alegría, unos minutos antes, es fuerte. Y esa espera incluía la obligación de escucharlos y verlos festejar. Esos íbamos a ser nosotros. Pero los 50 mil hinchas tuvimos que verlos sentados hasta que decidieran irse. Una mierda de espera.
Las bromas que me gastan son banales después de haber pasado aquella humillación. Si quieren ríanse, disfruten, digan ¡Chau Chau Chauuu!, alégrense por la derrota de River, si quieren. Les juro que no me mueve un pelo. Lo que pasé en ese estadio fue el sentimiento más vergonzoso que había tenido. La tristeza es una bomba terrible, además de más triste, cuando es inmediata a la alegría extrema. Y peor si uno no tiene una salida abierta. Pasó todo en dos minutos: el 24 y el 28 del segundo tiempo. Todo se fue a la mierda en cuatro minutos. Fútbol: qué lindo que sos, ¡por Dios!

miércoles, 7 de mayo de 2008

El Apache te habla con los pies, my friend

¡Ay estos ingleses! Jugadores como Carlitos Tevez les pintan con fútbol sus estadios, y ahora quieren obligarlos a que sepan inglés para jugar en la Premier League ¿Qué clase de payasada es esa, amigo? Políticas anti-inmigratorias, dicen. Entonces, por qué no la hacen más fácil: anulen la entrada de futbolistas extrajeros y listo. Listo. ¿Se animan? No. Sus futbolistas no tienen color. Tienen goles, pero no color. Y para pintarles la cara estamos los de afuera, my friend. Acordate de preguntarle al Apache si sabe inglés cuando te deje afuera del mundial, la concha de tu madre.

lunes, 5 de mayo de 2008

El beso argentino, según Tom Wolfe

La gente cuando se saluda acá se besa en la mejilla. Y esa es una costumbre muy buena para el maestro Tom Wolfe, uno de los creadores del Nuevo Periodismo: "He besado a muchas mujeres hermosas durante los tres días que llevo en Argentina", dijo hoy, en la ceremonia de inauguración del ciclo de la Maestría que curso. Y no fue una declaración banal -¡cómo podría serlo!-. Ahí nomas, amplió su testimonio: "¿Pero a quienes los argentinos no saludan con un beso? Hay una fuerte distición social en ese beso". Cuánta carga simbólica hay en ese detalle. Cuánto vale no besar a la pobreza.

domingo, 4 de mayo de 2008

Hoy no hablo


¿Y qué hacemos los que queremos la explicación de Simeone sobre la derrota de River? Es fácil poner la caripela en los medios cuando se gana. Pero eso de hacerse los chinchudos y no dar bola a los periodistas -que es esconderse de los hinchas- está pésimo. Hablen, expliquen, reconozcan, enfrenten y sean fieles. Pongan la cara, la misma que muestran contentos cuando les va bien.

sábado, 3 de mayo de 2008

Historietas 2 x 1: Acá, Quino

Siempre es muy bueno volver a ver a la niña más adorable del mundo.

viernes, 2 de mayo de 2008

La crónica de América del Sur

Los capos cronistas suramericanos están reunidos en Bogotá en un debate sobre la crónica que organizó la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano. Un blog saca el jugo de las conferencias que dicta el siguiente equipo de los sueños:

Juan Villoro (México), Martín Caparrós (Argentina), Alberto Salcedo Ramos (Colombia), Julio Villanueva Chang (Perú), Josefina Licitra (Argentina), Juan Pablo Meneses (Chile), Sandra Lafuente (Venezuela), Daniel Samper Ospina (Revista Soho, Colombia), Sergio Dahbar (Debate-Mondadori, Venezuela), Pilar Reyes (Santillana Alfaguara, Colombia), Guillermo Osorno (Revista Gatopardo, México), María Elvira Bonilla (Norma, Colombia), Daniel Titinger (Revista Etiqueta Negra, Perú), Liza López (Revista Marcapasos, Venezuela).

sábado, 26 de abril de 2008

Historietas 2 x 1: Acá, Sejo

Nace hoy una nueva red de historietas. Se actulizará los sábados. Cada integrante subirá una tira para compartirla con los demás. Si quiere sumarse, avise, amigo, que está bueno.
Subo, entonces, una de Sejo. Artista tucumano, amigo y fanático decano (hincha de Atlético Tucumán). Es el autor de Don Aparicio, el varita , historieta que pinta a los agentes de tránsito de la provincia; terribles coimeros y dueños del tucumano básico. Luciérnaga subió algo del genial Liniers.

viernes, 25 de abril de 2008

Así se debe escribir una crónica

He aquí la fórmula del Wall Street Journal: Una estructa de la crónica periodística -¡que tiene tantos tantos nombres!- Por estos días, la aprendo como cronota. El periódico neoyoriquino, ganador de 33 Pulitzer, propone acomodar la información de la siguiente manera:

(de la primera línea hasta la última)

-Anéctoda o detalle. Claro, tiene que tener un valor directo con lo informativo.

-Párrafo explícito sobre el tema. Palo y a la bolsa. La data, viejo. No puede estar abajo del quinto párrafo.

-Explicación de la importancia del tema. ¿Por qué debo leer esto?

-Desarrollo del tema. Más detalles, pruebas, comentarios.

-Respuestas a las preguntas de los lectores. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué se está haciendo al respecto?

- Remate. Tiene que ser progresivo. Hacia adelante. "Que historia continúe, hombre", dice el gran Miguel Ángel Bastenier.

viernes, 18 de abril de 2008

La entrevista periodística, por el Loco Abreu


¡Qué papelón, Marchelo Benedetto! El periodista entrevistó anoche, en vivo, al Loco Abreu apenas terminó el partido River - San Martín de Porres. El delantero anotó tres de los cinco goles de la victoria millonaria. Y la pregunta de Benedetto, desde el móvil, fue:

-Bueno, Loco, primero lo más importante: ¿Alguna vez habías hecho tres goles en un partido?

-Eso lo tenés que saber vos. Ese es tu laburo-, contestó, aún agitado, el futbolista.

¡Te la mandó a guardar, Marchelo! Pero Abreu tiene razón, ¿no?

¡Coño! (con ñ)

La revista Ñ promociona la inclusión de la ñ en las direcciones web . Y cuánta razón tiene: ¡Cómo puede ser que los periodistas carezcamos de una letra! ¿Acaso alguna vez le faltó un número a los matemáticos? ¿Una palabra a los filósofos? ¿Una operación a los ingenieros? Jamás. Por esa carencia, mi Porteño de Ley tiene que ser un porteniodeley.blogspot.com. Un porteño mal escrito, un porteño sin ñ. Y nuestro idioma la merece. Bah, o al revés: a esta letra le debemos el Español; el idioma Español que lleva ñ ¡coño!

viernes, 4 de abril de 2008

La regla Say No More

Charly García estuvo detenido unas horas, luego del altercado en Palermo con los dos actores colombianos. En la comisaría escupió a dos policías, según contó anoche en C5N.

-¿Y por qué lo hiciste?-, preguntó la periodista

-Por que no respetaban la regla Say No More: amor, obediencia, ¡se me calla! Las mismas que ellos me hicieron respetar-, contestó el músico.

miércoles, 2 de abril de 2008

Marcha atrás y primera (aclaración)

Por dos días había decidido terminar con este blog y restringir su contenido a historias que transcurran en Buenos Aires, donde vivo desde hace cuatro días. Lo pensé mejor, luego que recibí un consejo del experimentado periodista Diego Jemio, quien me recibe en su casa y ahora está en Madrid.
Diego está en lo cierto. Fue un error intentar matar a AJÁ, que había permitido interesantes debates sobre periodismo y música, y que integraba la red de reporteros tucumanos bloggers. Por eso decidí volver atrás, pero ahora arranco con tarea doble: AJÁ y Porteño de Ley, mi nuevo blog, que buscará descifrar el gen de los residentes de la Capital Federal.
Los invito a mi nuevo sitio, y les agradezco a quienes alguna vez se dieron una vuelta por acá. Pasen y vean.

miércoles, 26 de marzo de 2008

No es el pueblo, es el campo

La tele mostró ayer la larga fila de camiones, colectivos y autos detenidos sobre la ruta por el piquete en Gualeguaychú, en el décimo tercer día de los cortes que paralizan al país. Un camionero indignado pidió pasar y el ruralista de camisa dentro del pantalón se lo negó.

Camionero: -No se da cuenta que con este corte nos está cagando a todos, al pueblo.

Ruralista: - Este no es el pueblo; este es el campo.

lunes, 24 de marzo de 2008

Ni olvido ni perdón

A 32 años del golpe: Memoria. Pinche aquí, aquí , aquí y aquí.

viernes, 14 de marzo de 2008

Silencio en San Salvador de Jujuy

Es viernes a la noche acá, en San Salvador de Jujuy, y muchos de los residentes que habitualmente salen los fines de semana ya están dormidos. Tienen que descansar. La trasnoche puede ser traicionera y la virgen de Punta Corral no bajará si sus peregrinos no la buscan. Éstos que caminan 12 horas por las montañas de la Quebrada de Humahuaca para encontrarla. Y otras 12 para bajarla hasta Tumbaya. Este año estoy entre ellos, entre esa multitud. Se me hace tarde. Me voy a dormir.

martes, 11 de marzo de 2008

Violencia contra el periodismo

La policía de Tucumán golpeó a tres periodistas que cubrían la protesta contra el aumento de cospel. Ellos son Sebastián Lorenzo Pisarello de Contrapunto, Oscar Abregú de Canal 5 de ATS, y Jorge Rodríguez de Antena 8. Se me pone la piel de gallina.

El maldito espionaje de Alperovich

La Asociación Tucumana de Prensa denunció que policías vestidos de civil fotografiaron a los periodistas y manifestantes que protestaron hoy contra la suba del cospel, en la puerta del Concejo Deliberante. Se me pone la piel de gallina.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Crimen cultural: El Molino se detiene

"Crimen cultural: matan el último bastión del arrabal. Cerraron las puertas de El Molino para hacer un restobar. Eso es lo que los ignaros llaman modernidad. ¿A dónde irá esa gente? ¿Acaso no fue suficiente sacarles el cigarrillo?"
Esta reflexión, que pertenece a Aníbal "El Perro" Ramos, me la envió Carlos José Díaz Márquez (h), escribano, amigo íntimo, y libre pensador urbano que dijo: "Pasé por ahí y me se sentí Toto cuando derribaban el Cinena Paradiso". Aquí, la nota que salió en La Gaceta. La foto es de Inés Quinteros Orio, de este diario.

martes, 4 de marzo de 2008

Puterío

El diario Crónica se calentó por la bomba de Lanata y le contestó. En la edición del lunes subió a su portal un logo que dice "Fieles a la verdad". La leyenda usa la misma "i" que usó Lanata para decir que es "el diario que fabula", la típica "i" roja de Crónica. En el video del post de abajo se puede ver el ataque del gordo.
El periódico sensacionalista lo acusó de usar "artimañas que busquen vender más" y lo trató de "novato".
Las puteadas entre periodistas, con chapa de empresarios, no terminan ahí. Lanata escribió en la primera edición de Crítica que tenía el orgullo de haber fundado dos diarios, y que ninguno de ellos lo había heredado de su bisabuelo general, ni de su abuelo millonario.
Lanata maldijo la campaña "¿Lo creés? Salió en Clarín", igual que a los anabólicos de todos los diarios: los libros, las loterías, los viajes. Crítica, llevó entonces en tapa: "Con esta edición, de regalo: NADA".
Ahora bien: ¿qué carajo ganan los lectores con este puterío? Se puede pensar que es un coqueteo mediático y que el premio mayor es, justamente, el siempre subestimado lector. Aunque la mayoría de ellos bastante lista y lo suficientemente inteligente para elegir qué leer cuando encuentra un diario bien hecho, o aunque sea uno que le guste. Y no hace falta alguien que indique qué no tiene que comprar, ni menos por qué, como si no lo supiera.
Un poco más de clase, por favor; estamos hablando de periódicos.

jueves, 28 de febrero de 2008

Bombardean Buenos Aires



Crítica de la Argentina salió a diferenciarse de los otros diarios porteños, y lo hace con un palo para cada uno: una bomba para Clarín, otra para La Razón, otra para Crónica y para El Cronista, bomba para Perfil, para La Nación, y el bombazo final de Lanata -no podía ser de otra manera- es para Página/12. Ahí están, en el video de arriba. Y aquí, el gran Julito Coronel, inspirador de este post, tiene la publicidad estática.

jueves, 21 de febrero de 2008

Lanata is back

Jorge Lanata lanza su nuevo diario Crítica de la Argentina el domingo 2 de marzo, y aparece de nuevo en escena para los que gozamos por la prensa gráfica. Abajo, su últimas reflexiones publicadas en Ventitrés y en el video de promoción.

-Un diario es un puente entre la sociedad y el poder y vos elegís de qué lado ponerte.

-La gente se entera de lo que pasa por la televisión o por la radio, pero entiende lo que pasa por los diarios.

-Este es un momento en el que todos los medios están dando anabólicos, lo que hay que dar es buen periodismo.

-Si Crítica de la Argentina vende entre 40 mil y 50 mil ejemplares estoy super conforme. No necesito vender más que eso en el primer año.

-En todo medio siempre hay una pelea lógica entre los que hacen y los que pagan. Porque los que hacen quieren hacerlo mejor y los que pagan quieren pagar menos.

-Yo escribo. Lo que hice desde que tengo 12 años es escribir.

sábado, 16 de febrero de 2008

Heredera de Mercedes Sosa


Cuentan, acá en la Quebrada de Humahuaca, que Merdeces Sosa llegó hace unos meses a la peña de Jaime Torres, en Buenos Aires, cansada y con sueño. Cuando entró, el hombre de la puerta avisó que estaba ahí, y la artista que tocaba en ese momento cambió su repertorio. Aquella modificación estaba preparada. La Mecha sólo había ido para escuchar una canción de la humahuaqueña Mónica Pantoja. Y la puneña le cantó entonces Mi Jujucito querido.
"Es una canción tan hermosa que me puse a llorar cuando la escuché. Porque además ella es como yo cuando era jovencita, morocha, delgadita", dijo la Negra Sosa y se fue de la peña.
Mónica bailaba con un pañuelo en la mano la noche de ayer, en la peña Máximo de la capital jujeña. Fortunato Ramos tocaba para ella, los minutos antes que subió al escenario y empezó a cantar. La Mecha no había exagerado.

lunes, 11 de febrero de 2008

Yo no vi Soda Stereo

Cómo tira bombas el Mono de Kapanga, quizá el mejor orador de los animales políticos del rock argentino. La primera de ayer en Cosquín Rock: "En Argentina hay algo así como 35 millones de personas. Y estoy orgulloso porque somos parte de los 34.800.000 que no vimos Soda Stereo".
Se las agarró también con Las Divinas, y en medio del agitado Mi Comisario tocaron el estribillo de la pegadiza canción ¿infantil?: "Somos las divinas..." y terminó con un "cantan cualquier cosa ustedes, ya". Y volvió a la misma canción pero en versión heavy metal, con una mano arriba haciendo los cuernitos: "So-mos las di-vi-nas, ieeee" En el mismo tema homenajeó a Peter Capusotto recordando el Algo está por venir.
Hubo bronca con Palazzo,el organizador del festival. "Hotel cinco estrellas, dice; Cinco estrellas puedo ver desde la ventana, Palazzo" Y sumó a la multitud: "Palazzo, Palazzo, tirate un poco de faso".
Y otra puteada, también desde el escenario, claro: "Cómo me rompen las pelotas estos que me dicen que me quedan tres minutos. Dejame tocar y cuando se cumplan los tres minutos pegame un tiro si querés, flaco".
Cualquier similitud con el histórico "¡Mambruuu! ¡la concha de tu madre!", no es pura coincidencia.

sábado, 9 de febrero de 2008

Aguantá, Cosquín

Llueve torrencialmente en Tanti, a unos 40 kilómetros del lago San Roque, donde ya están tocando Los Ratones Paranoicos.

- Qué hacemos, negro ¿vamos lo mismo al Cosquín Rock?
- ¡Más bien!

Ya lo dijo El Carpo: esta noche hay rock and roll

jueves, 31 de enero de 2008

Promesas imprudentes


Qué gracioso. Alperovich ahora prometió que dentro de dos meses licitará 700 casas para las familias que viven a orillas del Río Salí y que corren el peligro de inundarse, como todos los años. ¡Pero papá! ¿Tanto te costaba construirlas antes que lleguen las aguas de enero? ¿O no sabías que iba a llover y que esas familias pobres corren peligro?

Dejo un reportaje publicado el 1 de febrero. Cuenta la historia de un niño que pasó la mitad de sus veranos en un centro de evacuación. El drama se repite todos los años, pero la solución nunca llega. Si quieren leerlo hagan clic en la foto de la página del diario.

miércoles, 30 de enero de 2008

Fiero como un tártaro

Dos impresentables: El negro Oscar González Oro y Babi Echecopar. El primero preguntaba y el segundo contestaba, la semana pasada en uno de esos programas de CN5.

G.O. -¿Qué hecho te gustaría cubrir como periodista?

E. -Ver cagar a la reina de España. Porque la reina también caga.

Después de la primicia de Echecopar, empezaron los chistes obvios, burdos y repetidos sobre el tema. ¿Hasta cuándo habrá tipos que entiendan el periodismo como esto? Como el perro del Indio Solari, que vive su mundo al revés. Pero para mal en este caso.

lunes, 21 de enero de 2008

Una tonelada de merca (o bueno, por ahí)

Ni un gramo más, ni uno menos. Justo 1.100 kilos de cocaína secuestró la policía el sábado, en un operativo en Avellaneda. Los medios argentinos publicaron la cifra redonda, redondita ¿Habrá sido justo esa cantidad? ¿Ni un poquito más? ¿Ni un poquito menos? La suma gigantesca merece precisión. O por lo menos que se informe que con exactitud cuánto pesó la policía ¿O a la cana también le dio justo 1.100 kilos? El botín está valuado en 50 millones de euros, también redonditos, según La Nación. El kilo de esa papusa vale entonces 454.454,45 euros. Así que si por ahí se perdió un gramito, alguien habrá ganado unos euros. Por lo pronto a los lectores ya nos los ocultaron.

martes, 8 de enero de 2008

Explotó el verano: culos y más culos en el noticiero



Llega enero y llegan las tetas y los culos a la hora de las noticias. Invaden. Y ahí está el peladito de Telefé Noticias buscando qué vuelta de tuerca le da a la información que sale de la costa: los nuevos (¿nuevos?) y alcohólicos afters bitch, la repetida invasión de extranjeros, los cuatriciclos de cuatro ruedas y las cabalgatas en caballos de cuatro patas. Algo hay que mandar para la transmisión diaria. Puros pretextos: las imágenes son siempre las mismas, sólo cambia el color del bikini.
¿Una contribución a lo peligroso del desenchufe?

sábado, 5 de enero de 2008

Pigna, el subjetivo

La objetividad es falsa y pocos son los historiadores y los periodistas que la desmienten. Están aquellos que con sus relatos secos se creen dueños de la verdad, los hipócritas autodefinidos como objetivos, despasionados y que afirman que sus textos no tienen intención, como si el ser humano pudiera actuar sin intención. Menos aún, cuando cuenta lo que pasó.
Y están los otros, los sinceros, los que eligen decir quiénes son y dejar claro por qué escriben lo que escriben; cuál el sentido de una crónica, cuál es el sentido de un diario.
El historiador bonaerense y mediático, Felipe Pigna, reafirma esta postura en su libro Lo pasado pensado, un excelente repaso de la historia argentina entre 1955 y 1983, que leo en estos días. Dice, en la introducción a modo de prólogo: “Renuncio explícitamente a la declamada e hipócrita objetividad, proclamada y reclamada por los mas obvios opinólogos y algunos pretendidos dueños de la historia”.
Pigna mantiene el mismo tono dentro del libro, compuesto por entrevistas a muchos de los protagonistas de aquellas décadas: Hay una pregunta y varias respuestas, cada uno defiende su verdad. “Cada capítulo comienza con una introducción al tema en la que el lector podrá conocer mi opinión histórica sin objetividades seudoacadémicas”.
Ya había escuchado palabras como estas. Habían salido de la boca del periodista y maestro español Miguel Ángel Bastenier, quien frente a la objetividad, proclama el juego limpio, la honradez y la sinceridad del autor.