domingo, 7 de diciembre de 2008

Limosna

Cuando una lancha cargada de turistas se acerca a un puerto de Cartagena de Indias, los niños negritos que esperan por ahí, los pelaos, se tiran desde el muelle al mar y, al sacar la cabeza del agua, piden monedas cuando los pasajeros aún están sentados. Se amontonan en ambos lados de la barcaza.

5 comentarios:

Sebastián Nadal dijo...

Un retrato de una realidad tan conocida por aquí. Cambia solamente el escenario, porque aquí los chicos que piden limosna ni sueñan con el mar.
Una síntesis perfecta de una situación lamentable.
¡Buenísimo que hayas vuelto al blog, viejo, ya se extrañaba!!!
Te mando un abrazo, avisá cuando estés por Tucson.

Bruno Cirnigliaro dijo...

Por fin la actualización hermano! Y qué mejor manera de volver que desde esa tierra en que tanto estás creciendo! Se te extrañaba y mucho!

Saludos!

Mamarracho dijo...

Woww. eso impacta la verdad, debe ser difícil ser un turista de esos y ver tanta realidad junta

Marco Lamoglia dijo...

Compañerico, pasaste el mes sin actualizar, que HdP jajajajaja. La debes estar pasando barbaro. Si mal no recuerdo...volves mañana??? avisame, que algo descontrol le vamos a meter en el recital de los fabulosos el prox viernes. Abrazo grande querido, buen viaje y me alegro su regreso al blog.

Pedro Noli dijo...

Gracias por onda, amigos. Llevé un tiempo alejado del blog. Y lo lamento. Me parece que por ahí ocurre que uno necesita contar y pensar un poco más, pero para uno mismo, ¿puede ser?
Y gracias a Mamarracho, por pasar.
Un abrazo