martes, 24 de junio de 2008

Ciudad tranquila, las pelotas

-Flaco: un trago por un pucho- ofreció el hombrecito que bebía una Quilmes del pico, frente al Parque Lezama.

-No tengo cigarro, amigo.

-No te hagás problema, loco, si querés comprá que cuando vuelvas la oferta va a seguir en pie, papá.

Y siguió en pie. Cuando volví a pasar quedaban algunos tragos. Había salido, justamente, para comprar cigarrillos, un Next 20. Le cambié uno por dos tragos frescos. Empezó a hablar sin que le pregunte, como habla todo porteño dice conocer el lugar de donde uno viene.
"Estuve en Tucumán, ¿eh?. Conozco, conozco...", afirmó convencido de que le creía -¿por qué no creerle?- y enumeró: San Miguel y Lules.
Resulta que Juan Alberto Reyes se había casado con una tucumana, la luleña Nina. Tuvo dos hijos, viajó en La Veloz del Norte para saber quiénes eran sus suegros y se separó de la mujer hace 10 años. Fue taxista, vendedor ambulante, sodero y hasta vendedor de ilusiones o quinelero, en tucumano básico. Un multifacético, un busca.
Y ahí nomás, antes de volver a pasarme el envase oscuro, tiró esa muletilla inocente y cansadora que soportamos quienes llegamos de las demás provincias argentinas: "Qué ciudad tranquila San Miguel, ¿eh?". Y no se la dejé pasar. No señor.

-No amigo, no es tranquila. Es como toda ciudad del tercer mundo. Hay calles en las que no se puede caminar de noche, como pasa acá. Hay villas que son nidos de delincuentes que se ocultan entre los pobres honestos, como las de acá. Hay chicos hecho mierda por la droga tirados en las veredas, como los he visto acá. La policía se abusa y peor que acá. Hay menos laburo que acá. Y los precios suben todos los días, igual que trepan acá. ¿Cómo puede ser tranquilo un lugar así?

- Bueno, flaco, no te pongas mal. Era sólo un comentario, che.

- Pasa, mi viejo, que siempre me dicen eso. Todo el mundo habla de lo peligrosa que es la Capital Federal. Y en los dos meses que llevo en Buenos Aires no he notado ninguna diferencia. Es igual que Tucumán. Es tan segura o tan insegura como Tucumán. Uno tiene que saber por donde puede andar...

-No te creás, los pibitos acá están re zafados ultimamente.

-¿Y vos te creés que allá no? Estuvieron olvidados años. También van con fierros a la escuela, amenazan a la maestra, les pegan. Y como siempre pasa lo mismo: los terminan corriendo y los dejan en la calle. Y así quedan inhalando ran a dos cuadras de la plaza hasta que los ve un policía y los encierra. Pasan de la escuela a la comisaría.

-¿Para tanto, loco?

- Y no se sí para tanto. Pero esas cosas pasan, se las ve en la calle y salen en los diarios.

Uhh! los diarios, otra historia...

-Ojo que soy periodista, ¿eh?

- Qué kilombo ese de Clarín con el Gobierno, loco. ¿Eso también pasa allá?

- Y vos ve.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó el "vos ve", primo, y el post en general. Lo de "la oferta sigue en pie" fue buenísimo. Me hizo acordar a la entrada del garrón de Porteño de ley. A propósito, ¿qué pasó con ese blog? Un abrazo grande, desde lejos, lejos.

Julio dijo...

Peter, son muchos los que piensan que Buenos Aires es la selva y que en el interior cantamos tomados de las manos alrededor de una fogata. Error.

Eso sí, en Tucson todo es lento. Recién fui a comprar tortillas y casi agarro a rodillazos a la compradora anterior a mí.

Bernardita Padilla dijo...

¡Qué conversación! Está buenísimo que te sigas topando con gente que evidentemente tiene ganas de contarte su historia.
Me pareció bizarro, pero interesante el hecho de que discutan por quién vive en la ciudad menos tranquila, jaja.
Muchos saludos.

Diego Nofal dijo...

Tucuman cuidad tranquila ni a palos sentante con los pibes de popular Juan XXIII, y decile "che loco que ciudad tranquila esta loco, hace como dos horas que buisco cambio de 100 pesos saben donde consigo", vo' ve' que tal te queda el chaleco

Sebastián Nadal dijo...

Ja, ¡yo nunca me pararía a conversar!!! Pero eso ya tiene que ver con mi manifiesta antisociabilidad... Y si, es el típico porteño (no sé si nació ahí, pero por lo que dice, aunque sea lo es por adopción) que... ¡No sé qué trata de hacer, pero es un embole! Se ve que no viene hace mucho, porque estamos más enrejados que en St. Quentin's.
Un abrazo man.

Sebastián Nadal dijo...

AAAH, me olvidaba: me hizo mucha gracia el hecho de que te hayás malcopado y le hayás discutido. Un crack.
Un abrazo.

Bruno Cirnigliaro dijo...

Che pedro, el porteño no te hizo el chiste fácil y hediondo de que en Tucumán te roban el auto antes de que lo compres? Esa es insoportable... una vez me lo hizo un cordobés tarjetero de cabaret barato, en pleno barrio de Huertas, en Madrid. Lo que faltaba!
Casi lo mato! Y no porque no fuera cierto... es tristemente cierto, sino por eso de que los trapos sucios hay que limpiarlos en casa. Cada uno con su mambo hermano, en Tucumán, Buenos Aires o Madrid.
Saludos

Sol celestial dijo...

Dificil discutir con ud, eh? jaja
"ojo, soy periodista" que bien suena, ya quiero serlo por completo!
Y si, asi está tucumán, o asi es.

Besos
SOL

Juan Pablo Sosa dijo...

Como todo porteño, quiso quedar como un piola y dejar en claro que Argentina empieza y termina en Capital federal.
Mirá si va a ser tranquila Tucumán que todos los días paso por el centro, llegando tarde a donde me dirija (como siempre para variar), y ando a los empujones y a las puteadas con los miles y miles que inundan las angostas calles y peatonaless de nuestra ciudad.