miércoles, 5 de marzo de 2008

Crimen cultural: El Molino se detiene

"Crimen cultural: matan el último bastión del arrabal. Cerraron las puertas de El Molino para hacer un restobar. Eso es lo que los ignaros llaman modernidad. ¿A dónde irá esa gente? ¿Acaso no fue suficiente sacarles el cigarrillo?"
Esta reflexión, que pertenece a Aníbal "El Perro" Ramos, me la envió Carlos José Díaz Márquez (h), escribano, amigo íntimo, y libre pensador urbano que dijo: "Pasé por ahí y me se sentí Toto cuando derribaban el Cinena Paradiso". Aquí, la nota que salió en La Gaceta. La foto es de Inés Quinteros Orio, de este diario.

15 comentarios:

El DoG dijo...

la reflección es de mi autoria!!!!
Es un mensaje que broto desde la indignación al leer la lugubre noticia...

Pedro Noli dijo...

Me había llegado de Charly, y por eso le puse su autoría. Ahora la cambio. Gracias por la aclarión, Dog.

Pedro Noli dijo...

Corrijo: gracias por la aclaración, Dog.

Anónimo dijo...

Amigos, la catedral de los billares cerró sus puertas. Es una noticia que da tristeza. El 13 de septiembre del año pasado se publicó en La Gaceta un análisis que escribí a propósito del cierre de Sasor y de otros tres bares, casi en forma simultánea. Creo que se ajusta al caso de El Molino y, por eso, me gustaría compartirlo con ustedes. Un abrazo. “La ley de oferta y demanda, en tiempos de recesión o de expansión, siempre puede derivar en resultados dramáticos. El caso del Bar Británico (Buenos Aires) fue un prueba de esa lógica. También lo fue otro bar notable, muy apreciado por los tucumanos: La Cosechera. Una nociva combinación de inflación y recesión generó el colapso de las finanzas de unos 50 bares y restaurantes tucumanos, que cerraron sus puertas durante el primer trimestre de 2002, el peor período de la deblace económica del país. Hoy, tras cinco años de crecimiento sostenido, el mercado dio cuenta de la proliferación de comercios gastronómicos, pero también de que, a la hora de los intereses, el valor histórico y patrimonial y los afectos pasan a un segundo plano. Así es que también son relegados negocios exitosos, cuando hay otros que los superan”.

Alvarette dijo...

La verdad que es bastante preocupante el poco interés cultural por la conservación que hay en este Tucumán de hoy, todo es negocio sin importar a quien o que se lleva por delante.
Ayer ví que siguen demoliendo edificios antiguos para construir grandes edificios. Es una pena

Pedro Noli dijo...

Muy claro el análisis de Juanjo. Y meses después que lo escribió, continúa ajustándose a lo que ocurre. Quiere decir que sabe.
¿La nota de El Molino es tuya, primo?

"Chiche Gelblack" dijo...

Una gran pena,triste realidad de los bares de antaño ante el alud de consumismo y las grandes empresas.Repito,una gran pena.

Anónimo dijo...

Gracias, primo. A la producción la hicieron tres colegas míos del diario: Indalecio Sánchez, Iván Jeger y Ezequiel Svetliza. Un abrazo grande.

Bernardita Padilla dijo...

Es realmente muy triste y la verdad no puedo dejar de pensar en todos los que tienen a El Molino como su segunda casa y un lugar de encuentro de amigos e historias inolvidables.
Me da pena porque hace un tiempito cuando cerraron La Cosechera, para abrir una sucursal de Il Postino, toda una generación sintió que todos los recuerdos de su adolesencia se borraban.
Uno de los tantos ejemplos de que en nuestra provincia el "negocio" lo es todo.

Anónimo dijo...

Leo los comentarios y están muy bien cada uno de los análisis; pero no veo ni un aporte o solución para este problema que nos preocupa tanto. Yo tampoco soy capaz de darlo porque no sé del tema... intento pensar en las dos partes: por un lado, los clientes (adónde irán ahora?).. y por el otro, el/los propietarios (si el negocio no rinde.......)
Pregunto: ¿dónde está el Estado? Me parece que debería estar en el medio de ambos, para que nadie pierda... para que ganemos todos; sobre todo la cultura e identidad de cada comunidad.
Saludos,
Bruno

Anónimo dijo...

Bruno, el Estado debería promover la conservación de esos negocios históricos, como en Buenos Aires, donde hay fondos para el sostenimiento de bares notables. Debería impulsar sus refacciones para evitar que las fuerzas del mercado se los lleven por delante. En el informe de La Gaceta aparece una nota en la que se indica que no hay ninguna ordenanza municipal que los proteja. Sí hay miles de ordenanzas para cuestiones sin sentido y, muchas otras, para facilitar las chanchadas de la Intendencia. Pero no para una causa noble como esta. Te mando un abrazo.

Anónimo dijo...

Claro Juanjo, ahí creo que está la clave. Por eso me preguntaba dónde carajo anda el Estado en estos casos en que debiera ser un promotor de este tipo de cuestiones.
Sin dudas, una muestra más del Estado desertor y ausente.
Un abrazo,
Bruno

Anónimo dijo...

porque no publicas lo que puse? hasta en los blogs hay censura parece.
garcia pino

Pedro Noli dijo...

Si en este blog hubiera censura, sería lógico que ese último comentario no haya sido publicado. No la hay, debe haber habido un error cuando subiste tu opinión anterior. De hecho tampoco tengo activada la opción de editar comentarios antes que sean publicados. Respeto todas las opiniones, de eso trata esto; de debatir, no de bardiar. Espero que lo tuyo no sea bardo, porque nunca antes había tenido un problema con los comentarios que suben. Por eso me parece extraño. Tenés las puertas abiertas para opinar lo que quieras, viejo. Te invito que intentes subir de nuevo lo que habías escrito antes. Si es que habías escrito algo. Y en ese caso fue un error tuyo o de la web, mas no censura de este blog. Sería el colmo.

Anónimo dijo...

dog, no te hagas el polenta diciendo que es de tu autoria la frase (que no es del otro mundo).. se un poco mas humilde ok? gordo agrandado