miércoles, 26 de diciembre de 2007

La razón del fútbol

El eterno debate: ganar o jugar bien. La postura del gran periodista español Santiago Segurola parece dar en el centro. Y argumenta su respuesta en La estafa de Brasil. Pregunta en el artículo: "¿Quién gana, el que levanta un trofeo y pasa al olvido o el equipo que vive para siempre en el recuerdo de los aficionados?"

sábado, 22 de diciembre de 2007

Líder de Calle 13: "No rapeo pa decir estupideces"

Ahí está, El Residente, bajo de una gorra azul con la visera cruzada. Mientras habla mueve la pera para arriba y para abajo, y durante algunos segundos levanta el hombro y lo deja arriba. El líder de Calle 13 cuenta, en un claro puertorriqueño, en una entrevista televisiva: "Otros raperos me invitaron a cantar con ellos. Pero su música es muy fresa. Yo no rapeo pa decir estupideces". Y al toque sale a la defensiva: "Atrévete no es ligh. Sólo que es tan popular que parece que tiene un mensaje pop. Y no hermano, que no es así"

No miente: una prueba abajo, en el video

martes, 18 de diciembre de 2007

A vos, Capusotto

Dijo Peter Capusotto, cuando recibió el premio Espectáculos Clarín otorgado ayer al mejor humorista del año: “Quiero agradecer a las tribus que sientan frente al televisor a vernos. Y mi agradecimiento se hace extensivo a los que nos ven acostados. Y también a los que nos ven parados”.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Dios cobra vida

Es fuerte mirar por primera vez a Diego Armando Maradona cuando juega al fútbol y está fuera del televisor. Sus movimientos, que habían sido siempre pixelados en un 21 pulgadas, cobran vida. La imagen de Dios cobra vida.
Cuando Diego pisa la tierra se mueve como en la tele. Pero a diferencia, se escuchan los gritos de sus fieles, que desean por respuesta aunque sea un gesto, una eterna bendición. Mejor si es escrita.
Aparecen las manos que quieren tocarlo, o tocar lo que tocó. El vaso del que bebió, el pasto que pisó, la camiseta que transpiró, lo que sea que haya rosado su piel. Pensar que más de uno besó su botín en la foto de una revista ¿pero quién desespera por una estampita cuando Él está ahí?
Acapara, entonces, la mirada fija de todo aquel que le alcanzan las posibilidades físicas para mirarlo. Haga lo que haga. Juegue, salga, entre, insulte, salude, festeje, escupa, simule, respire, mire, patee. Todo vale mucho. Haga lo que haga.
Esa es el aura del 10. Y se la sintió ayer, en la cancha de San Martín, cuando vino a Tucumán a jugar showbol. Su fútbol también fue transmitido por tele. Pero los que se quedaron en casa no vieron nada, "se lo perdieron", cómo dijo Él mismo cuando agarró el micrófono.

El momento en que Diego y sus apóstoles pisan tierra tucumana

miércoles, 12 de diciembre de 2007

El Salmón rescatado

Andrés Calamaro, músico siempre autobiográfico, marca en su último disco, La Lengua Popular, el momento más abstemio de su carrera; tal como lo hizo en 2001 su maestro de rimas consonantes, Joaquín Sabina, “El crápula reformado”, para el periodista de El PAIS.
Calamaro dice que viene liviano, cansado de milongas, y que ya no es el viejo Andrés, el que no dormía jamás. La Lengua suena así, sin parranda ni excesos; no como El Salón (Warner Argentina, 2000), el extremo opuesto, donde el exceso de parranda motivó algunos de su más exquisitos temas y otros prácticamente inentendibles.
Este Calamaro tiene unos kilos más, es más neutro, menos loco. Y su disco, otra vez, gusta.


Abajo, 3 testimonios de El Salmón rescatado:

1- “Vengo liviano, como la espuma de las orillas, a contramano de la resaca del carnaval”, en el tema La espuma de las orillas

2- “Cualquiera se cansa de milongas, y quiere querer y también ser querido, confieso haber vivido, afuera del margen, de lo permitido y de la moral”, en De orgullo y de miedo.

3- “Parte de mi, no cambió y a la vez, ya no soy el viejo Andrés, que no dormía jamás, que subidón, que momento ideal, encontré la mitad del amor”, en La mitad del amor

martes, 11 de diciembre de 2007

Música subversiva

León Gieco tenía un poco más de veinte años y se pasaba por debajo de la mesa, escondidos, discos de Serrat, Silvio Rodríguez y Aute; artistas censurados por la dictadura argentina y admirados por Giego. "Decían que era música subversiva y que por eso la prohibían", recuerda. Tiempo después compartió escenarios, grabó discos y se hizo amigo de aquellos míticos. Pero destacó a uno, ayer en la plaza Independencia de Tucumán, cuando cantó por el nuevo aniversario del Día de los Derechos Humanos. Nombró a, tal vez, el artista más comprometido, revolucionario y humano, fruto de esta tierra: Don Atahualpa Yupanqui.